Intrépido, insaciable y sujetivo

Así es el ser humano, en su afán de grandeza, es capaz de crear palacios, de destruir montañas, de causar tempestades, y una de las más fuertes en él, es la que lleva en su interio, esa fuerza inherente a su naturaleza. El saberse un ser desprotegido ante magnitudes mucho mayores, tiembla como cachorro asustado, pero golpea con la enegía de un trueno. Es la más tierna de las criaturas, y el más creativo de los personajes de este mundo.



Conozcamos un poco más los fantasmas internos que lo hacen rey y mendigo, que lo vuelven tirano y el más dulce de los seres.



10 de mayo de 2011

Aguillón Andrade Johana Edith

Un gran nadador 

Armando era un niño que siempre quiso ser como Michael Phelps, desde muy pequeño se esforzaba y se esforzaba por ser cada vez más rápido, se metía en obstáculos para superarlos y los alcazaba sin importar el año que le causara a su bienestar personal y dando a cambio todo lo que tenia. Pasó el tiempo y fue creciendo junto con su sueño y se dio cuenta que cada día progresaba más y era de los mejores nadadores de su clase, pero aún no era como su imagen a seguir, como Michael Phelps.

Entró a la universidad con una beca que se ganó por su amor al deporte y su familia se sentía orgullosa de él; pronto se volvió popular por la gran dedicación que le daba a su sueño y mucha gente lo admiraba, tanto maestros como alumnos y familia.

Su mejor amigo, Francisco, que también era nadador, pronto se convirtió en su enemigo al ver que Armando era muy buen nadador. Los celos hacia Armando lo segaban y hacia todo para acabar con la reputación de él, incluso entró al mismo equipo de natación que Armando para ganarle en ello, pero Armando nunca se dio cuenta de esto, él siempre lo veía como un amigo a pesar de que Francisco siempre intentaba superarlo, pero aun así Armando siempre estuvo más arriba que él.

Pasó el tiempo y Armando concluyó satisfactoriamente la universidad consiguiendo reconocimientos de todo tipo, y su amigo muerto de la envidia sin ningún logro obtenido en la vida, decidió acabarlo en su propio juego, la natación.

Al llegar a las competencias nacionales, en los relevos de mariposa, ambos participaron en el mismo equipo, a quince segundos de concluir la competencia con la victoria prácticamente en la mano Francisco decidió fingir un calambre para perder la competencia y así hacer fracasar a Armando. Él se puso sumamente triste al perder la competencia pero no se dio por vencido porque su familia lo apoyaba y en una conversación con una de sus grandes amigas de la infancia llamada Laura, ella le dijo -la vida te da obstáculos pero las personas nacieron para superarlos-, al escuchar estas palabras se llenó de valor y decidió no darse por vencido nadando cada vez más rápido hasta llegar a las olimpiadas.

A un año de participar en las olimpiadas Francisco lo invitó a una fiesta en la cual perdió una pierna en un accidente automovilístico provocado por su “queridísimo amigo”. Creyendo que había logrado destruir su carrera, Francisco abandonó a Armando. 

Armando creyó que había perdido todo en la vida y sufrió una fuerte depresión, pero  justamente su amiga Laura haciendo su servicio social como enfermera lo encontró en su rehabilitación semanal y le dijo que nunca debería perder la esperanza ya que los grandes retos hacen enormes personas, él reflexionó a cerca de lo que le dijo y decidió seguir con su sueño nuevamente. Con un esfuerzo sorprendente consiguió que lo aceptaran en las olimpiadas paralímpicas; a dos días de las competencias regresó nuevamente su queridísimo amigo para destrozarlo por completo, pero lo que no sabía es que Armando contaba con el consejo y amor de su gran amiga Laura y le dijo que ninguna persona tenía derecho a destrozarlo por lo que le pidió que se alejará de él y que nunca en la vida lo volvería a escuchar.

Al llegar el grandioso día de la competencia se sintió sumamente eufórico y nervioso, un estruendoso ruido bastó para que comenzará la carrera, y la competencia inició con doscientos metros de mariposa, Armando se encontraba a ocho metros de la meta, pero un competidor ruso se encontraba a solo cinco metros y él lo creyó todo perdido y de repente despertó y pensó -nunca me daré por vencido y con un esfuerzo más allá de lo imposible logro ganarle al ruso la competencia- entonces se volvió campeón de las olimpiadas paralímpicas consiguiendo una fama aún mayor que la de Michael Phelps y en ese momento se dio cuenta de que había dado todo con tal de conseguir su meta pero notó que no era del todo feliz, ya que había abandonado a todos sus seres queridos para poder lograr su sueño y notó que le faltaba algo muy dentro de él.

Se dio cuenta que quien podía llenar ese vació era Laura pero no se atrevió a decirle nada por miedo al rechazo por su discapacidad física, pero si decidió invitarla a una competencia, para que al cabo de esta él se armara de valor y le dijera lo que sentía por ella. Llegando el glorioso día, Armando se esforzó al máximo para ganar la competencia para ella; al final de la meta se encontró con Francisco con un arma en la mano muerto de la envidia porqué  él si había conseguido todo lo que quería de la vida, solo se escucharon gritos y de repente un gran derrame de sangre en la alberca. En ese momento se detuvo la competencia. Al día siguiente pasó en las noticias -ex competidor olímpico, amigo del actual campeón de los juegos paralímpicos Armando, se suicida en pleno evento deportivo y deja una nota que decía “lamento haberte hecho tanto mal, pero la culpa quema mi conciencia, espero que me perdones, hasta nunca”

Tristemente Armando fue a su tumba dejando una carta en ella: yo te admiraba tanto y llegaste a esto, pero te perdono siendo éste el obstáculo mas grande de mi vida y adiós querido amigo”.   

Con el paso de los años siguió ganando grandes competencias y reconocimientos pero cada vez sentía más grande ese faltante dentro de él, lo que lo llevo a la búsqueda de ello. Al año siguiente se volvió a encontrar a su queridísima amiga Laura, la cual siempre le brindo su apoyo y se dio cuenta de que ese vació lo podría llenar ella. Armando le dijo lo que sentía por ella y sin importarle su incapacidad física Laura lo aceptó por su gran valor.

Descubrió que la fama no lo era todo en la vida, si no también necesitaba del amor.
   

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