Intrépido, insaciable y sujetivo

Así es el ser humano, en su afán de grandeza, es capaz de crear palacios, de destruir montañas, de causar tempestades, y una de las más fuertes en él, es la que lleva en su interio, esa fuerza inherente a su naturaleza. El saberse un ser desprotegido ante magnitudes mucho mayores, tiembla como cachorro asustado, pero golpea con la enegía de un trueno. Es la más tierna de las criaturas, y el más creativo de los personajes de este mundo.



Conozcamos un poco más los fantasmas internos que lo hacen rey y mendigo, que lo vuelven tirano y el más dulce de los seres.



26 de abril de 2011

Julieta Salas Magaña

“Mi padre” 
 



A lo largo de mi vida, observé en mi padre las cosas que hacía y de las que gustaba más. No tuvo oportunidad de estudiar formalmente, ya que su familia era campesina, sin embargo sabía leer, escribir y "hacer cuentas" como él llamaba a las operaciones matemáticas. 
Su vida se desarrolló en el campo, con la sabiduría acerca de la noble tierra , el clima, la medicina herbolaria, los caballos, vacas y aves de corral, la familia, el hacer y el compartir. 
Se enamoró, de la mujer que fué mi madre, en su pueblo, se casaron y formaron una familia numerosa. Vinieron a vivir a la ciudad buscando mejores oportunidades. La ciudad los limitó, pues sus conocimientos y habilidades estaban centrados en la agricultura y no encontraba trabajo.

Decidió ir a Estados Unidos a trabajar, un tiempo. Se desempeñó en la pizca de cítricos. Nunca le pregunté si fue felíz en ese empleo, pero creo que sí. Fue un tiempo difícil para mi madre porque se encontró sola criando a una numerosa familia. Ignoro cuánto tiempo trabajó lejos mi padre, lo que tomó importancia de aquella experiencia fué su gusto por aprender el idioma inglés. Me preguntaba de mis clases de inglés en secundaria, y me platicaba de como le hubiese gustado asistir a la escuela. Nunca olvidaré esas conversaciones. 
Durante alguna época se empleó como velador; fueron muchos años de rutina para mi padre, era taciturno, callado, con una figura que imponía.
Cuando lo empleó un pariente en la venta de bienes raíces mi padre hacía muchas “cuentas”. Y se le veía animado haciendo su trabajo. Más tarde, incluso, tuvo un comercio, fué cuando descubrió que aplicar sus conocimientos de matemáticas básicas le gustaba, además de ser autónomo y no tener que trabajar para nadie.

Siempre tuvo gusto por la lectura; sobre todo del estilo del lejano oeste, en la bolsa trasera
de su pantalón llevaba su lectura, una novela de vaqueros que compraba habitualmente, no contenía ilustración alguna y por eso no llamaba mi atención.Yo he sido lectora desde mi niñez.

Otra habilidad de mi padre fué el dibujo, dibujaba hombres con sombrero, y yo lo relacionaba con su vida en el campo, y su gusto por todo lo vaquero... 

Mi padre enfermó de diabetes, vivió muchos años con la enfermedad. Tuve el gusto de preguntarle acerca de su familia y de sus orígenes más lejanos, él recordó nombres, lugares, fechas. Le hice recordar leyendas de su pueblo, le pedía que me hablara en inglés. Cuando se agravó su enfermedad, la mayor frustración para él fue ya no poder trabajar, porque sus principios morales le indicaban que debía seguir siendo el proveedor del hogar siempre y que su esposa no tenía ese deber.

Antes de morir, me llamó y acudí, me dijo que estaba tranquilo, pues yo había elegido un esposo trabajador con el cual estaría bien. 
Acaba de pasar un aniversario más de su fallecimiento, no lo recordé, pensando en tantas otras cosas. Esta mañana, lo recordé, vino a inspirarme para escribir estas notas, que relacionadas con la formación, es lo que tengo en mi experiencia de vida.

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