Intrépido, insaciable y sujetivo

Así es el ser humano, en su afán de grandeza, es capaz de crear palacios, de destruir montañas, de causar tempestades, y una de las más fuertes en él, es la que lleva en su interio, esa fuerza inherente a su naturaleza. El saberse un ser desprotegido ante magnitudes mucho mayores, tiembla como cachorro asustado, pero golpea con la enegía de un trueno. Es la más tierna de las criaturas, y el más creativo de los personajes de este mundo.



Conozcamos un poco más los fantasmas internos que lo hacen rey y mendigo, que lo vuelven tirano y el más dulce de los seres.



18 de mayo de 2011

Guzmán Fernández Itzel


Aventura.

Esta es la historia de un niño que nació como el bebé más pequeño en una familia en la que papá y mamá anhelaban un hombrecito, luego de tener tres pequeñas niñas. Este niño llamado José Fernando Ramos Barrio, fue recibido con gran amor por su madre, este amor fue muy sobre protector e hizo de este niño, un niño rebelde, incontrolable por sus propios padres.

La infancia de José en su casa fue difícil, mientras su madre lo sobreprotegía en gran medida, su padre era un hombre trabajador, de ideas establecidas pero,  golpeaba a José frecuentemente al grado de mandarlo en diversas ocasiones al hospital, él padre además también golpeaba a su madre, quien no lo abandonaba por sus hijos, ellos necesitaban un padre y no se daba cuenta de que su familia se despedazaba, que en realidad les estaba haciendo daño a sus 4 hijos. José  entonces creció, rencoroso y vengativo, buscando el momento de la revancha contra sus padres, su pensamiento era fijo: -si yo sufrí, ellos tiene que sufrir el doble para que entiendan-.
A los diez años, José decidió salirse de casa, para buscar nuevas oportunidades, nuevas personas, una nueva vida, José tenía un conocido que le “ayudaría”, no era del todo malo, sin duda alguna pudo haber sido peor, el tipo se llamaba Antonio, “Toño” pa’ los amigos y José anhelaba salir adelante ser respetado, era un delincuente en potencia.

Digamos entonces que efectivamente llego a ser respetado en el ambiente en el que se desarrollaba y la gente lo conocía como “Ventura”, internamente se había vuelto una persona dura y muy ruda, se volvió un delincuente “de los grandes” y estaba orgulloso de serlo. A los dieciocho años ya tenía una larga lista de delitos y ya había estado “encerrado” cuatro veces.

Obviamente sus padres se enteraron de lo que hacía y muy a su pesar ya no podían hacer nada, “Ventura” era autosuficiente, no les pedía nada, mucho menos un consejo, él ya tenía una vida.

A pesar de la vida tan pesada que llevaba, le agradaba estudiar y estaba en la preparatoria cuando conoció a una chica “extraterrestre”, “Ventura” le llamaba así por que era una chica muy especial, rebasaba por mucho lo que para él era un simple ser humano; “Ventura” pensaba que lo seres humanos eran predecibles en todo y malos, que solo buscan hacer daño, tan simples que estaba harto.
Ésta chica se llamaba Eva y a diferencia de muchas personas, nunca vio en “Ventura” una persona mala, mucho menos pensó que podía hacerle daño. Iniciaron una relación como cualquier otra, pero con el paso del tiempo y la convivencia José se sentía en peligro, pues se estaba enamorando, Eva se había ganado a “Ventura”, lo había aceptado tal como era, él desde el principio le había dicho que no era una “buena” persona, pero que no pensaba hacerle daño. La relación prospero estaban juntos y mas enamorados que nunca, era en realidad increíble que “Ventura” hubiese dejado entrar a su vida a Eva, que se hubiera dejado ver vulnerable frente a ella, se querían y esperaban que pudieran formar una familia, aunque Eva aun are muy chica, esperarían.

Para esto “Ventura”, se había alejado de lo que había sido su vida, el crimen, así como todo lo que implico: mucho dinero, drogas, promiscuidad, alcohol. Este alejamiento claro, no borraba lo que había hecho antes y no se sentía arrepentido, y tampoco significaba que dejaría esa vida para siempre, pero ahora ya tenía alguien que le importaba, por quien hacer algo diferente, alguien a quien agradar y que por supuesto pretendía hacer feliz.

Llevaban ya un año de novios Eva y José, se amaban y se embarazaron, no era planeado y Eva no estaba muy segura de tener un bebé a los dieciséis años, mientras José anhelaba un hijo, una verdadera familia y él consideraba que podía ser un buen padre de familia, todo lo que él no tuvo, ser un buen ejemplo, alejarse para siempre de lo que fue antes; de cualquier forma apoyaba a Eva en todo, decidiera, lo que decidiera, ya que era ella quien no estaba muy convencida. Luego Eva decidió que era José, la persona indicada, no importaba que fueran jóvenes ambos, saldrían adelante y un bebé era la manifestación más grande de su amor.

No fue tan fácil, enfrentarse a la familia, pero los apoyaron. Se fueron a vivir juntos y continuaban estudiando tuvieron un pequeño niño, se casaron por decisión propia. José a pesar de que se sentía un tanto inútil frente a sus padres, ya no era esa persona retadora, aun tenia ciertos rencores y aceptó la ayuda que le ofrecieron a su familia.

Seguían estudiando Eva y José, acabaron la prepa y estudiaron ambos la carrera universitaria; José estudió Antropología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, no era fácil tener una familia y estudiar a la vez, era muy demandante ambas cosas, pero lo logro se tituló.

Consiguió trabajo, se daba tiempo para su familia, era un padre ejemplar y un esposo muy atento, había logrado hacer lo que más anhelaba una familia consolidada, ser Antropólogo y compartir su vida con una mujer que a sus ojos valía la pena como nadie, sin duda una vida muy especial, de la que nunca se arrepintió.
 














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